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Categoría: Locales

El venadense Federico Hoening escribió una carta en las redes sociales que tuvo mucha repercusión dirigida al presidente de la Nación. La misma es la siguiente:

"Sr. Presidente, una vez más demostró que su gobierno le falta el respeto a la ciudadanía descaradamente. Fueron sus palabras las que, desde el inicio de esta Pandemia (que según el ministro de Salud que Ud. designó nunca llegaría a la Argentina), nos alertaron sobre la importancia de respetar las medidas sanitarias; sin embargo hoy se anunció una despedida multitudinaria (1 millón de personas o más) en Casa Rosada para Diego Armando Maradona.
Quienes hemos perdido a seres queridos en este contexto sufrimos, además del dolor emocional, limitaciones para despedirlos, sumado a las innumerables trabas de un país plagado de complicaciones burocráticas fruto de un sistema al que le sobran manos y le falta corazón.
En lo personal perdí a mí padre en marzo, despedirlo fue una odisea (mí madre aún intenta que Anses se digne a dar curso a su pensión); y hace casi un año que mí compañera no ve a su familia: su abuela de más de ochenta años, su tío que falleció hace pocas semanas, sus dos sobrinos que usaban pañales la última vez que los vimos y sus padres, entre otros.
Maradona tal vez merezca este reconocimiento y más. El problema no es él o su familia , el problema es que en nuestro querido país las reglas son para "la gilada", para los ciudadanos de segunda que no podemos escaparnos a pasar el aislamiento en nuestra chacra en Chubut, o a nuestra mansión en Punta del Este. Nada de eso, los de segunda pasamos caminando a pie la frontera con nuestra hija en brazos para llegar a casa después de ir al médico porque en el control policial nos tocó un desalmado, los de segunda nos quedamos esperando en un control con los papeles en la mano mientras nuestra hija muere en un centro de salud, los de segunda tenemos que elegir quién va al funeral y quién no.
Usted Sr. Presidente prometió -entre tantas cosas- ser el mandatario que sellara la grieta. Sin embargo la profundizó; cada tema es motivo de discordia: usurpadores vs terratenientes,
poseedores vs desposeídos, mérito vs oportunidad, etc. Parece que mantenernos en esta discordia resulta útil para camuflar tanta inoperancia y tanta inequidad. Una inequidad que crece al compás de incesantes anuncios que irónicamente prometen terminar con la inequidad.
Sr. Presidente usted seguramente no lea estas palabras, pero de todas formas quiero expresar que, una vez más, ha faltado a su palabra y fallado a la población".