Desde el inicio de la gestión de Leonel Chiarella se comenzó con la tarea de reemplazar los antiguos lomos de burro, que muchas veces estaban mal señalizados y despintados, por reductores de velocidad plásticos.
La tarea sigue adelante en distintos puntos de la ciudad, y según informó el subsecretario de Movilidad, Eugenio Bernabei, “esta metodología nueva cuenta con la aprobación del Concejo Deliberante, en un trabajo conjunto con el Ejecutivo. Nosotros implementamos el sistema de reductores con tachas plásticas de 400mm, que permiten un mejor escurrimiento del agua y tienen la misma altura que los reductores convencionales”.
La otra ventaja es que en el caso de rodados menores, como bicicletas y motos, “a una velocidad de circulación prudente pueden transitar sin inconvenientes”, apuntó el funcionario.
Sobre los reductores que se están utilizando, Bernabei destacó que “son homologados por el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), tienen reflectivo, vienen con la pigmentación en el propio plástico, el reemplazo y reparación es mucho más práctico porque se sacan dos tornillos y se reemplaza la pieza, con lo cual se agilizan los trabajos de mantenimiento”.