Municipios de diferentes provincias, entre ellos el de Venado Tuerto, intercambiaron experiencias y coincidieron en que los accidentes de motociclistas y el exceso de velocidad en las noches son una de las mayores preocupaciones.
El Mes de la Seguridad Vial no pasó desapercibido en la comunidad de "Movilidad de la Red de Innovación Local (RIL)". En un webinario realizado el 15 de junio de 2022, los equipos de seis ciudades argentinas compartieron sus principales desafíos en relación a la materia y presentaron sus programas de acción.
A pesar de tener diferentes superficies y poblaciones, los municipios expositores presentaron inquietudes similares. Entre ellas, la reducción de los siniestros en la vía pública y la imprudencia de motociclistas. También intercambiaron experiencias sobre la educación vial y las alternativas para reducir las velocidades de circulación.
A la hora de formular políticas públicas sobre Seguridad Vial, la coincidencia fue unánime: es necesario basarse en la evidencia y contar con estadísticas claras sobre los accidentes de tránsito.
Demasiadas motos
Sonia Mariana Czachurski, del Observatorio Vial de la ciudad de Reconquista (95.000 habitantes, Santa Fe), contó que establecieron el 2022 como el año de la Seguridad Vial. “Nuestro talón de Aquiles es el uso de la motocicleta por la deficiencia en la oferta del transporte público y otras alternativas”, reconoció. También informó que, durante los últimos 10 años, el 70% de los fallecidos en siniestros viales fueron motociclistas.
Además de avanzar hacia una reformulación del transporte público, procurando desalentar el uso de vehículos particulares y reducir las emisiones, en Reconquista está en marcha una estrategia de concientización y educación. Czachurski destacó la entrega de cascos para deliverys, la promoción en escuelas secundarias y el aumento de los controles.
“Bajá un cambio”
También de Santa Fe, Venado Tuerto (86.000 habitantes) expuso problemas similares. “Nuestra primera preocupación fue bajar el índice de lesiones por el no uso del casco”, dijo Silvia Rocha, secretaria de Control Urbano y Convivencia.
Tras una serie de campañas intensivas, llamadas “Venado Puede” y “Bajá un Cambio”, la funcionaria aseguró que el uso del casco creció hasta un 90% en zonas céntricas y que bajó la cantidad de lesionados graves. “Vimos que otras ciudades habían podido y nos propusimos lograrlo también”, acotó.
En Bariloche (140.000 habitantes, Río Negro), en tanto, registraron que uno de los mayores problemas es el exceso de velocidad en las avenidas principales durante la noche. “No tenemos tantas motos como en el norte del país y nuestro número de víctimas fatales promedio no es tan alto, pero el objetivo siempre es bajarlo”, manifestó Juan del Valle, subsecretario de Planeamiento y Sustentabilidad Urbana.
La creación de un Observatorio Vial para elaborar datos propios fue uno de los primeros pasos. Además de recabar información proveniente de los servicios de emergencias, en esta ciudad patagónica también recurren a fuentes periodísticas y planean llegar a un convenio con la Justicia para acceder a datos de Fiscalías.
Cuestión de género
Mientras ofrecía especificaciones sobre los casos en Bariloche, Juan del Valle realizó una observación: “El 96% de los involucrados en choques fatales son varones, por lo cual existe algún tema de género. Tres de cada cuatro víctimas son hombres”.
A su turno, Luciano Santagata Chada, subsecretario de Tránsito y Vía Pública de la ciudad de San Luis (170.000 habitantes), compartió la apreciación desde otra mirada. “Tenemos una escuela de manejo municipal y el 80% de las personas que asisten son mujeres, mientras que la mayoría de los siniestros son protagonizados por varones. Ellas conducen mucho mejor y no tienen ninguna vergüenza en reconocer que necesitan capacitarse”, analizó.
El funcionario puntano también habló de un “Plan de reordenamiento vial integral” a largo plazo para modificar sustancialmente la movilidad en la capital e informó que, ante la falta de un observatorio vial propio, llegaron a un acuerdo con el gobierno provincial para obtener sus registros.
Una gran ciudad vs. una pequeña
En Rosario (950.000 habitantes, Santa Fe) creció el uso de motos y bicicletas, mientras que se redujo la cantidad de pasajeros en el transporte público y el parque automotor cuenta con más de 600.000 vehículos registrados. El diagnóstico fue expuesto por Aníbal Bigoglio, del Ente de Movilidad, quien especificó que poseen multiplicidad de fuentes sobre los siniestros viales.
Al igual que Bariloche, uno de los objetivos es reducir la rapidez en las avenidas. En ese sentido, avanzan hacia nuevas limitaciones en las velocidades máximas y la creación de nuevos puntos de fiscalización electrónica. El uso del casco en las motos, por su parte, alcanza el 50%.
Lobería (17.000 habitantes, Buenos Aires) es, en términos demográficos, la menor ciudad entre las seis disertantes. Su particularidad –detalló Pablo Barrena, secretario de Gobierno– es que la mayoría de sus caminos son rurales. “El 60% de los siniestros en ruta son por vuelcos, y no se explican por el estado de la cinta asfáltica sino más bien por el uso del celular”, advirtió.
A diferencia de los demás municipios, en esta localidad bonaerense se encuentran “en plena construcción de las estadísticas” mediante un observatorio vial. “Ya tenemos nuestras primeras conclusiones con mapas de calor de esquinas conflictivas”, aclaró.