Este 14 de julio se cumplen ocho años de la misteriosa desaparición del joven de Venado Tuerto Nicolás Godoy Lucas. La causa desde entonces no avanzó mucho y el paradero es todavía un misterio sin resolver.
Cabe recordar que en la noche del jueves 17 de Julio del 2014 los Bomberos Voluntarios de Venado Tuerto fueron alertados por una explosión en zona cercana al autódromo y al llegar al lugar encontraron un auto completamente desbastado por las llamas. Pero no hallaron ninguna persona en las cercanías, por lo que comenzaron con un rastrillaje por la zona. En la mañana siguiente se comenzó a sospechar (teoría luego confirmada) que el vehículo siniestrado podría pertenecer a la persona que poseía pedido de paradero; Nicolás Godoy Lucas.
En realidad Nicolás Christian Godoy Lucas se ausentó desde su hogar (ubicado en la zona rural en el campo El Recuerdo, km. 360,5 de ruta 8) el lunes 14 cuando se dirigió al centro de Venado Tuerto a realizar unos trámites bancarios en su vehículo Volkswagen Quatum modelo 94, color champagne. Luego se comprobó que a la tarde realizó una compra la sucursal del Carrefour de Venado Tuerto. Pero sus familiares denunciaron su desaparición el miércoles luego de tomar conocimiento de que en el Parque Industrial aparecieron dos perros bóxer que eran propiedad del joven. Se informó además que al momento de su desaparición Nicolás vestía pantalón negro jean, cinto blanco, remera de manga larga negra con cuello polo, saco negro de paño y calzaba botas de cuero marrón.
Es de destacar que en primera instancia se insistió en sostener la posibilidad de una mudanza “apresurada” de Nicolás, aunque nunca cerró en esa hipótesis por la decisión de deshacerse de los perros (de los que no se despegaba nunca, según varios testimonios) y la situación planteada por el incendio del auto. Sobre esto último se comprobó por la acción de los perros rastreadores que el joven habría estado en el lugar en el momento de la detonación y habría huellas de haberse trasladado por sus medios aproximadamente 200 metros. También la existencia de un mensaje de texto enviado desde el celular del joven a su novia en la tarde del lunes indicándole que se iría por un tiempo aventaba esa teoría.
Los que siguió después fueron conjeturas, suposiciones, rastros que se perdieron, y una búsqueda que sigue su curso, aunque sin herramientas potables visibles ni el interés que al comienzo supo tener.
Actualmente hay una recompensa de medio millón de pesos para quien brinde información certera del paradero de Nicolás. Además vale recordar que en un primer momento el abogado de la familia de joven desaparecido fue Antonio Di Bendetto, principal sospechoso del caso de la megaestafa inmobiliaria.