En la sala Jorge Luis Borges del Centro Cultural Municipal, se conmemoró en la fecha el Día de la Bandera, que recuerda el paso a la inmortalidad del general Manuel Belgrano el 20 de junio de 1820.
El acto oficial fue encabezado por el intendente Leonel Chiarella y contó con la presencia de legisladores provinciales, concejales e integrantes del gabinete municipal, agrupaciones de veteranos de Malvinas, funcionarios judiciales y de las fuerzas de seguridad, representantes de cultos e instituciones intermedias y delegaciones escolares.
Uno de los discursos estuvo a cargo del presidente del Concejo Municipal, Juan Ignacio Pellegrini, quien entre otros conceptos sostuvo que “Belgrano fue más que el creador de la bandera, haciendo un aporte fundamental a la patria. Necesitaba identificar a sus tropas ante los realistas y así creó nuestro sello distintivo. Fue periodista, abogado y estudió en España en la Universidad de Salamanca, nutriéndose de los avances que entonces tenían los pueblos europeos”.
“Fue uno de los primeros en el Virreinato del Río de la Plata que planteó una educación pública y gratuita para todos los habitantes de este suelo. En aquel entonces solo estudiaban las personas acomodadas de la sociedad y él pensaba que la educación de calidad era clave para avanzar como país. También hizo aportes a la industrialización nacional, porque sabía que el país no podía avanzar solo con productos primarios. Y fue un militar por circunstancias, no de carrera, porque sabía que había que defender los acontecimientos de la Revolución de 1810 y poner el cuerpo en esa decisión; por eso se puso al hombro todas las batallas del norte, como el éxodo jujeño, que merece más relevancia en nuestra historia”, reflexionó.
Como cierre, el titular del cuerpo legislativo local instó a pensar a Belgrano “desde el lugar que nos toca a cada uno, honrándolo porque fue un verdadero prócer y patriota”.
Buen hijo de la patria
En nombre del Instituto Belgraniano de Venado Tuerto, Damián Haag propuso “recordar a Belgrano como un humano más, entre tantos que se vieron inmersos en la lucha contra los españoles después de los sucesos de 1810. Quiso ser recordado como un buen hijo de la patria. Murió en 1820, cuando la anarquía y la desunión comenzaban a amenazar un proyecto nacional que tenía diez años de luchas y esfuerzos”.
Más adelante, sostuvo que “entre sus grandes acciones, encontramos resoluciones inéditas e inimaginables tiempo atrás, como el nombramiento ascendiendo a coronel a Juana Azurduy y la investidura de capitana a María Remedios del Valle, dos acciones revolucionarias porque ponían en valor la labor femenina e indígena”.
Finalmente, afirmó que “fue un hombre humilde, deseoso de cambios y de justicia, preocupado y ocupado por los intereses de las personas con las que les tocó compartir su existencia y con su propio pueblo, sufrido de injusticias y malestares”.
Reconocimiento a instituciones
Durante la ceremonia, el intendente Chiarella entregó banderas argentinas homenajeando a dos instituciones: Parque Industrial La Victoria, por sus 50 años, y la Escuela Nº 498 “Bernardino Rivadavia”, por su centenario.
La Banda Municipal Cayetano Silva tuvo a su cargo la interpretación del Himno Nacional y marchas patrióticas, con el acompañamiento de la cantante lírica Vanesa Rondan, del Taller Municipal de Canto.
Como intervención artística de cierre, Julián Guttlein en guitarra y Jorge Bengolea en guitarra y voz interpretaron “Bandera de mi Nación" de Los Visconti.
La locución estuvo a cargo de Gustavo Guerrero.