La muerte de una adolescente de 15 años en la ciudad de Córdoba, tras el feroz ataque de dos perros dogos, puso nuevamente en discusión la peligrosidad potencial de determinadas razas caninas y la responsabilidad que deben tener sus tenedores y guardianes.
Sobre el tema, la directora del Instituto Municipal de Salud y Convivencia Animal (Imusca), Inés Carusillo, describió que “nosotros registramos a todos los perros en el sistema municipal de gestión por medio del servicio de castración que se da en el Dispensario Canino. Cada perro va con su ficha, una foto y una identificación con el tatuaje”.
Luego informó que “todos aquellos animales que por alguna situación son denunciados o llega a nosotros algún reclamo de un vecino, al ser visitados por los inspectores, si son perros de gran porte, se lleva además un registro con una solicitud de tenencia, que son las condiciones en que el animal tiene que estar a resguardo”.
Tamaño y contextura
Carusillo destacó, en este punto, la “responsabilidad de los tenedores, tutores o guardianes de este y cualquier otro tipo de animales. Cualquier perro puede llegar a morder, pero la potencialidad es la capacidad de acuerdo al tamaño y contextura física del animal de poder ocasionar un daño”.
En tal sentido, explicó que “el hecho de que un animal no esté contenido dentro de su casa, puede ocasionar un problema. Y en el caso de los perros que son de guardia, que son territoriales, que tienen un temperamento más agresivo, hay que cuidarlos mucho más”.
Las recomendaciones para sacar a pasear a este tipo de animales son utilizar bozal, collar y correa y nunca pueden estar solos, porque “este hábito de dejar deambular a los perros para que hagan sus necesidades puede traer estas consecuencias. Estas medidas no hay que dejarlas para mañana, porque cuando suceden estas desgracias ya es tarde para solucionarlo”.