Nicolás Ibáñez nació en Venado Tuerto, tiene 24 años y juega de delantero. Hizo inferiores en Lanús pero dio sus primeros pasos en Comunicaciones, en la B Metropolitana de Argentina. Un buen año le alcanzó para dar el salto a Gimnasia, en 2016. Metió nueve goles en 40 partidos con la camiseta del Lobo platense: los últimos dos fueron el sábado 26 de agosto de 2017 en el recordado 4-4 contra Defensa y Justicia por la primera fecha de la primera Superliga entre aquellos equipos ultraofensivos que dirigían Mariano Soso y Sebastián Beccacece. Hoy Nicolás Ibáñez, con seis tantos en nueve partidos en Atlético San Luis, es el máximo goleador de la liga de ascenso mexicana. La liga de Maradona.
El equipo de Nicolás marcha quinto con 15 unidades; el puntero es Atlante con 24. Dorados, el equipo de Maradona se encuentra noveno con 9 puntos.
El Ascenso MX, como se conoce a la segunda división acá en México, no es un torneo cualquiera. No alcanza con ver la tabla de posiciones para dar por sentado que el equipo que termine primero logrará el ascenso a la máxima categoría.

¿Cómo se disputa el campeonato?
El torneo se juega con formato anual, pero se divide en dos partes: cada semestre tiene su propia liguilla y un campeón. Ahora se está jugando el Apertura. Y en la primera parte de 2019 se jugará el Clausura. En general, son 16 clubes los que lo integran, pero esta edición se está disputando con 15, lo que implica que haya apenas siete partidos por fecha y un equipo queda libre cada fin de semana. Dorados, por caso, no jugó en la segunda jornada.
Pero, ¿por qué son 15 y no 16? Aquí está la mayor particularidad del torneo: no todos los equipos del ascenso están en condiciones de subir de categoría. Eso les pasó a los Loros de Colima, el equipo que ganó la Premier 2017-2018, tercera categoría de México, pero no cumplió con los requisitos para ascender. Y así quedaron 15 en Segunda.
En la última temporada se dio la misma particularidad en el torneo que ahora disputa Maradona. Cafetaleros de Tapachula ganó el Clausura y Alebrijes fue el campeón del Apertura pero ninguno de los dos subió a la máxima categoría por no alcanzar la “certificación para ascenso”.
Son dos instituciones jóvenes –Alebrijes se creó en 2012 y Cafetaleros en 2015- sin infraestructura y para colmo las ciudades en las que están emplazados sufrieron catástrofes naturales que conspiraron contra la expansión de los clubes. Ninguno de los dos tiene un estadio con capacidad para al menos 20 mil personas, tal como exige la Liga para ascender. Ni tienen equipo femenino de fútbol, otra de las condiciones.
Si el campeón del Ascenso MX no tiene la certificación dispone de un plazo de 45 días para conseguirla. Así fue que algunos clubes optaron por mudarse de ciudad y jugar en otro estadio para poder subir. Si no la obtiene, continúa en la segunda categoría y se lleva un premio de 60 millones de pesos mexicanos, unos 2 millones de dólares. Es lo que le pasó a Cafetaleros en el último torneo.

Sólo 9 equipos tienen permiso para subir
De los 15 que están jugando esta edición del Ascenso MX hay seis equipos que no cumplen los requisitos para ascender a Primera. Uno de ellos es el poderoso Atlante, que está puntero. El resto: Celaya, Correcaminos, Venados, Potros UAEM y Cafetaleros. Ellos no cumplieron con alguna de las condiciones determinantes: el estadio para 20 mil espectadores, estabilidad financiera comprobada, documentación en regla, equipos juveniles sub 13, sub15, sub 17 y sub 20 y un equipo femenino en la Liga MX Femenil.
Los otros nueve sí ya tienen la certificación, entre ellos Dorados de Sinaloa, el equipo que dirige Maradona. Su estadio Banorte tiene capacidad para 20 mil 108 espectadores. Fue construido en apenas tres meses e inaugurado en 2003.

Hay siete que pelean
Los equipos que finalicen como punteros del Clausura y el Apertura ganan el acceso directo a una semifinal. Mientras que los que terminen entre el segundo y el séptimo puesto jugarán una liguilla para determinar a los otros dos semifinalistas. Con esta metodología, el conjunto de Diego debe alcanzar al menos el séptimo escalón de la tabla (en alguno de los dos torneos) para tener chances de ascenso. Los cruces se forman entre el 2º vs 7º, 3º vs 6º y 4º vs 5º y con series de ida y vuelta.
Con el triunfo 2-0 ante Leones Negros del último sábado el equipo de Maradona trepó a la novena colocación, con 9 puntos, y quedó a sólo dos unidades de los puestos de liguilla cuando faltan cinco fechas para el final del Apertura.
Los campeones de cada torneo jugarán a mediados de 2019 la final por el pasaje a Primera. Si el ganador del Clausura y el Apertura fuera el mismo equipo, ascenderá directamente. Siempre y cuando cuente con la certificación necesaria, claro.