Récord histórico para una cabaña y para la raza Angus. La venta del 90% de Torniquete, un toro colorado de casi dos años, por $132 millones, es un hito para toda la ganadería argentina. Lo sucedido en el partido bonaerense de San Miguel del Monte, en La Pastoriza, fue revolucionario, dicen los que saben. Los compradoes fueron un grupo de 10 productores de Venado Tuerto.
Así lo cuenta Ricardo Orazi (h), dueño y gerente comercial de la cabaña, quien desborda de alegría por el “rematón” sin olvidar que, detrás de esos números, hay mucho esfuerzo y un gran trabajo de equipo.
Desde temprano y pese a la fuerte helada que cayó en la madrugada en la zona, con su gente, el cabañero ya estaba organizando hoy la carga de los reproductores a las diferentes regiones del país, tras la subasta a cargo de la firma consignataria Jáuregui Lorda. Debía ordenar más de 500 animales de su remate tradicional de marca líquida que realiza todos los años en julio y que irán a destinos como Santa Fe, Salta, Córdoba, San Luis, La Pampa, la Patagonia, provincia de Buenos Aires y Uruguay.
Según describe, el toro en cuestión es hijo de Torniquetera, que a su vez es hija de Felicitas, una propia hermana de Brigadier, el toro que marcó una línea en colorado en la cabaña. Y el padre es Dinamitado, un toro también criado en la cabaña, hijo del Dinámico, traído de Canadá.
“Sin duda para la cabaña y para la raza es todo un récord. Y no creo que en los últimos 30 o 40 años en la Argentina algún toro haya hecho este valor. Pese a que nos sorprendió esta cifra, era un toro al que le teníamos fe. El año pasado fue
elegido como Mejor Ternero colorado de la Exposición de Otoño y Mejor Ternero colorado de la Exposición de Palermo. Y este años fue Reservado de Gran Campeón Macho de Otoño de la raza. Ya de ternero, con jurados diferentes había demostrado mucho”, detalla.
Luego de esas consagraciones, aunque era muy joven, los Orazi le sacaron semen durante un tiempo, que les permitió poder inseminar sus rodeos con 13 meses de edad, con la particularidad de que en este remate ya había a venta 40 vaquillonas puras controladas paridas por Torniquete.
“Era un toro que salía a venta con menos de dos años y en esa misma subasta se vendían hijas de él. Esto te demuestra características de fertilidad y de precocidad que tiene, además de buenos Deps, con una característica destacada que es un 1% superior a lo largo de gestación de la raza, eso indica acortar la gestación. Esto mejora la facilidad de parto y se acorta el intervalo parto-celo, sin bajar demasiado el peso al nacer y con el objetivo de lograr terneros al destete pesados. Sumado a buenos datos de fenotipos y productivos como carcaza, área ojo de bife y marmoleado”, señala.
Esas fueron las razones para que Marcangus, un asociativismo de 10 productores ganaderos de Venado Tuerto, Santa Fe, entre en una puja con otros interesados y finalmente compre el cotizado animal. Según Orazi, este grupo lo adquirió en su búsqueda hacia “una idea de un tipo de animal y con eje de tener un sello definido de la raza, tanto en lo productivo como en lo comercial”.
“Sabíamos que iba a haber una disputa por el toro, que era buscado por gente interesada. Uno trabaja para que los animales estén lo mejor posible pero los precios los pone el mercado y nos sorprendió mucho el valor que hizo Torniquete. Nunca pensamos que iba a ser semejante precio”, dice.
Alejandro Guiroy, productor e integrante de Marcangus, indica que dentro de este asociativismo que tiene 14 años uno de los objetivos era lograr una identidad genética: “La genética garpa y se dio esta oportunidad, donde nunca tuvimos un consorcio tan bien predispuesto para hacer la inversión así, seguramente porque a todos nos convenció el toro, su fenotipo intachable y sus números formidables. Luego de la Exposición de Palermo, al que lo vamos a llevar, este año lo tendremos para uso propio de los integrantes del consorcio, después veremos”.
Para Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Argentina de Angus, fue “realmente un gran remate, con valores destacados y, con un precio máximo de un toro padre que realmente va a marcar un récord”.
“Es una cabaña que está trabajando muy bien, que está haciendo un trabajo de selección muy acorde a lo que necesitan los productores, tanto de cabaña como productores comerciales. Por eso la demanda está sostenida en todas las categorías, como fue ayer. También es importante remarcar que con los valores, si los transformamos en algún índice, como puede ser kilo de novillo, son valores importantes pero que no se alejan de valores importantes históricos. Estamos ante un proceso inflacionario que muchas veces desvirtúa la realidad. Mis felicitaciones a una cabaña tan importante y a los criadores Ricardo y su hijo Ricky”, dice.
La cabaña
Todo comenzó en los años 50, cuando Don Juan José, abuelo de Ricardo, que venía del rubro de la construcción, comenzó a comprar campos y rodeos Angus para poblar sus establecimientos. En 1982, fue su hijo Ricardo (p), que estudió veterinaria y como segunda generación, decidió ponerse al frente de la empresa agropecuaria.
Si bien la cabaña se fundó hace 42 años, un acontecimiento sucedido en 2001 los haría virar de su negocio ganadero tradicional y centralizar su producción comercial en los colorados de la raza. Ese año nació en el establecimiento el toro colorado llamado Brigadier y su propia hermana, Felicitas: “Fue un antes y un después: de esa vaca y ese toro nace la línea genética del colorado de La Pastoriza”.
Ese fue el puntapié que los llevaría a hacer un giro comercial y productivo de 180º y convertirse en criadores de Angus colorado. Con ese desafío por delante, focalizaron la producción de estos ejemplares y rápidamente se hicieron referentes para otras cabañas, no solo en el país sino también en la región, liderando el mercado.
Ahora, la vara quedó altísima para los Orazi. Como siempre dicen en la familia, ya están “esperando el nuevo parto, la nueva parición que será el fruto de un trabajo previo de años, de decisiones y de grandes inversiones”.
Por Mariana Reinke - La Nación Campo