Nicolás Maggi es un reconocido usuario de redes sociales que publica, entre otras cosas, historias paranormales narradas por los mismos protagonistas. Este domingo publicó una historia sucedida en Venado Tuerto y que afectó a toda una familia.
La publicación textual fue la siguente: "Les voy a contar una historia paranormal que pasó en Venado Tuerto. Se trata de una familia que estaba signada por los problemas de salud. La casa estaba pesada. Aparecían insectos y marcas misteriosas. Hasta que descubrieron la causa: un sapo negro debajo de la cama".
UNO: BICHOS
Soy de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe. Tengo 26 años. Siempre me atrajeron los temas paranormales. Será porque siempre estuve relacionado de cierta manera. En mi casa pasaron muchas cosas raras. Lo supe desde chico, pero eran previas a mi nacimiento y siguen hasta el día de hoy.
Mi mamá siempre nos dijo que cuando cursó los embarazos de mi hermano y el mío, que nos llevamos 7 años de diferencia, pasaron cosas fuera de lo normal. Cuando yo era un nene, ruidos extraños en el piso de madera y luces que se prendían solas a la madrugada siempre fueron para nosotros cosas normales.
Nada grave, uno con el tiempo se acostumbra. Nunca le dimos mucha importancia. Pero la cosa fue creciendo. A veces aparecían sapos de color negro bajo la cama de mis papás. También en las piezas surgían hormigueros de un día para el otro. Pollilas y gorgojos se multiplicaban en el techo del garaje.
A principios del 2017 estaba ayudando a mi mamá a limpiar el living. Levantamos todo, limpiamos y empezamos a acomodar todo de nuevo. De la nada empezamos a escuchar un ruido de bolsa. Miramos todo y dentro de la bolsa que tapaba un ventilador de pie encontramos algo feo.
Era un sapo negro semi muerto. Lo agarré con la palita de la basura, medio asqueado, y la verdad no recuerdo si lo tiré o lo quemé. Pero lo que sí me acuerdo, es que esa misma noche mi mamá terminó en el hospital internada con problemas cardiacos.
DOS: MAMÁ
A mediados del mismo año, viajé a Estados Unidos con mi mamá. Ella se descompuso a la salida de un parque de Disney. Tuvo un paro cardíaco. Ahí comenzó la tragedia. Yo con 18 años recién cumplidos, del otro lado del mundo, tratando de hacer mil papeles, con mi mamá internada grave, sin saber qué hacer. Todo esto pasó a las 4 AM de Argentina.
El día que mi mamá se descompuso en EEUU, mi papá encontró debajo de su cama en nuestra casa en Argentina un sapo negro moribundo y casi disecado. Lo sacó y lo tiró, y después viajó de urgencia a Miami a terminar con todo el papeleo. Mi mama se recuperó bastante y terminamos el viaje. Todo se normalizó. Volvimos a Argentina y continuó medianamente bien.
Finalmente mi mamá falleció en 2022. Al año siguiente le tocó a mi hermano. Él es mayor que yo y tiene una enfermedad autoinmune desde hace años. La verdad que la venía llevando bastante bien, pero a mitad del mismo año su salud recayó, y terminó internado en Rosario durante 3 meses.
Mi papá siempre lo acompañó en el sanatorio, algo que le traía malos recuerdos por el hecho de que fue la misma secuencia que sucedió con mi mamá. Por lo tanto, yo terminé quedándome prácticamente solo en casa. Con 23 años, estaba estudiando Desarrollo de Software y empezando a trabajar en una empresa de Venado Tuerto.
TRES: LAS GOTAS
Una mañana me levanté a trabajar a las 6:30. Era invierno y todavía era de noche. Salí por la puerta del frente, como nunca, ya que siempre salía por el garaje, y me encontré con unas gotas de sangre en la salida de la puerta. Las gotas estaban frescas, por lo que antes de subirme al auto e irme les tiré un vaso de agua y me fui. Se pusieron de color negro.
Cuando salí de trabajar, llegué a mi casa y entré por el garaje. Me había olvidado completamente de las gotas de sangre. Con sorpresa vi dos pies marcados con tierra en la pared blanca que había sido pintada hacía poco más de un mes. Como ya dije, yo estaba solo en la casa.
Todo eso ya me puso inquieto, pero decidí no darle mucha importancia. A la noche me fui a acostar y dormí normal. Al otro día repetí mi rutina. Cuando volví de trabajar, pasé por el comedor y vi los cuadros torcidos y unos adornos caídos. Me sentí extraño. Tuve un estremecimiento raro y frío. Pero le quise buscar una explicación para no darme manija.
Empecé a dormir cada vez menos. La casa se puso pesada. Esa misma semana el espejo del pasillo apareció con gotas de sangre. En una pared del comedor encontré un rayón a la altura de una persona. En ese momento ya todo estaba demasiado raro, y decidí tomar cartas en el asunto para detenerlo.
CUATRO: FEA Y NEGATIVA
Llamé a una persona bastante conocida en mi ciudad para hacer una limpieza en la casa. Cuando llegó lo primero que dijo fue "qué frío que hace acá". La señora empezó a recorrer y cuando entró al garaje me miró y me dijo que había olor feo, como a podrido. Yo en ningún momento me había percatado.
Comenzó a hacer la limpieza completa, y me pregunto si no me había pasado algo a mi, si yo no había hecho alguna invocación o algún juego raro como la ouija o la copa. Contesté que no a todo, y me repitió la misma pregunta unas tres veces. "¿A vos no te pasó nada? ¿No jugaste o hiciste nada? Me podés decir". Mi respuesta fue siempre la misma: NO.
Me terminó diciendo que había en la casa una presencia muy fea y negativa. Yo solo pude emitir una risa nerviosa. Lo seguí acompañando mientras hacía el ritual, y pasando por un baño me dijo “ACÁ” con voz fuerte. Me dejó una vela e instrucciones: debía prenderla, tenía que durar 10 días, y no podía usar ese baño.
Cuando llegó a mi pieza se dio vuelta y me preguntó ¿esta es tu habitación no?, y le contesto que sí. Me contestó, muy segura: “Acá no hay nada”. Terminó de limpiar, hizo oraciones y más cosas. Me recordó prender la vela de los 10 días, y me advirtió que si se apagaba o algo la llamara.
CINCO: CONSUMIDA
Se fue de mi casa. Prendí la vela y me fui a jugar un rato a la computadora. Estaba muy agotado psicológicamente. Mi situación no era fácil: tenía la sugestión de todo lo que me venía pasando, más la carga del trabajo, el estudio y mi hermano internado.
Un par de horas después, de curioso entré al baño donde estaba la vela. Literal, ya estaba casi consumida completamente. Llamé a la curandera y me dio más indicaciones. Me dijo que la dejara apagar completamente, y que tirara todo lo derretido de la vela con el plato incluido.
Al otro día, por la tarde, fue de nuevo a casa. Me tiró las cartas y armó una mini sesión espiritista, no sé como llamarlo. Fue todo medio raro. Lo que me terminó diciendo es que desde hacía años nos venían haciendo trabajos de brujería.
El objetivo era que mi papá se quedara completamente solo y terminara loco. También me dijo que eso afectaba a mi mamá y a mi hermano pero que yo tengo una presencia fuerte, y no les resultaba fácil ir contra mi. Más adelante voy a aclarar por qué.
SEIS: MAGIA NEGRA
Cuando escuché esto todo comenzó a cerrar. Durante años pasaron muchas cosas a las que no les di importancia, que yo solo las notaba cuando mis papas se iban de vacaciones porque tenía que limpiar la casa y la vereda.
Durante años encontré en la puerta de casa atados de cigarrillos con colillas metidas adentro a medio fumar, montañas de cenizas (como si fuera carbón), bolsitas negras con tierra, que son cosas que supongo normalmente mi mamá limpiaba antes de que yo me levantara.
La verdad es que nosotros creemos que la autora de todos esos trabajos es una familiar por parte de mi papá, que se dedica a la santería y a hacer trabajos oscuros, y tiene un altar de san la muerte que ocupa todo un asador. Siempre nos llevamos mal con esa parte de la familia.
SIETE: BRUJAS BLANCAS
Lo pude recordar hace poco y a raíz de todo esto. Cuando yo era chico, me llevaron a esa casa porque yo veía cosas que no me dejaban dormir. Eran sombras que me molestaban o hablaban, y tenía sueños oscuro. Mi mamá y mi abuela materna me llevaron a una casa vieja de una señora muy grande para tratarlo.
Mis recuerdos de niño son solo sobre unas pocas cosas. El piso rojo de cuadrados a la antigua. El portón blanco de chapa. El típico vidrio esmerilado amarillo de casa de abuela.
Ahí supe que mi abuela, como sus hermanas, es parte de un largo linaje de brujas blancas.
Después de esa visita, no tuve más visiones. Siempre que consulté ese tema fui evitado, y la verdad ya no podré saber la verdad, porque ni mi mamá ni mi abuela viven. Mi teoría es que sigo el linaje de brujos blancos, y por eso me pude poner a salvo de todo ese tema.
Hice esta bitácora, y saqué estas fotos y videos, para que quede registro de todo lo que me pasó. Hoy por suerte, puedo contárselos.
Actualización: varios se quedaron preguntándose qué pasó con la familia del protagonista.
"Mi papá está raro y todo complicado. Está distante, siempre todo lo ofende. Pero mi hermano está mejor y mejorando cada día más".
La historia completa con imágenes:
Les voy a contar una historia paranormal que pasó en Venado Tuerto. Se trata de una familia que estaba signada por los problemas de salud. La casa estaba pesada. Aparecían insectos y marcas misteriosas. Hasta que descubrieron la causa: un sapo negro debajo de la cama. pic.twitter.com/II10TEgbst
— Nicolás Maggi (@nicolasmaggi87) November 25, 2024