Aberturas Aluminar

El Doctor Federico Baldomá, quien trabaja en el Hospital Dr. Gutierréz a cargo de la extracción de plasma y enfrente de la investigación contra el coronavirus, realizó una interesante de claración:

"Creo que, en este punto es importante aclarar un concepto.
En el manejo de la enfermedad producida por el coronavirus -COVID-, existe como en todas las patologías, un tratamiento avalado por la evidencia científica, en el que se ha demostrado con pruebas sólidas que el beneficio supera al perjuicio, al que llamaremos STANDAR de tratamiento. Y también existen tratamientos que se encuentran en distintos momentos de la construcción de esa evidencia, los cuales constituyen parte de la INVESTIGACIóN.

El standard de cuidados en esta enfermedad lo constituyen, en las formas leves el manejo ambulatorio y sintomático, en contacto con un agente de salud que de cuenta de la aparición de signos de alarma de formas más graves que requieren soporte en internación donde se ofrecen algunas medicaciones específicas y distintos niveles de requerimientos de oxígeno que van desde un aporte modesto hasta la asistencia mecánica respiratoria en terapia intensiva.

Este es el nivel de tratamiento que el Sistema de Salud debe garantizar, y que el paciente puede solicitar como su parte de su derecho a la atención de su salud.

Dentro de los tratamientos en investigación se encuentran un sin números de procedimientos y drogas, muchas de ellas aprobadas para otras enfermedades que constituyen esperanzas pero que la ciencia encuentra notables dificultades para avalar dado que muestran poca o nula mejoría.

En este sentido quisiera enfatizar que la iniciativa de distintos actores sociales, que supongo bien intencionados, de promover, instalar o propiciar estos tratamientos no nos ayudan a brindarle a la población lo que honesta y científicamente creemos que necesita, sino que nos hacen entrar en una situación de la relación médico paciente en la que muchos de ellos sienten que no están recibiendo todo lo que necesitan.

Creo que es un momento de apelar a la responsabilidad de quienes tienen un cargo, un micrófono, un lugar en las redes o un espacio de relevancia pública, fundado en al menos dos motivos fundamentales: los pacientes no son pocos, y lo que se le garantiza a uno debe garantizársele a todos, es un principio básico de equidad en la atención; y muchos pacientes se encuentran inestables, por lo cual una opinión que complique la confianza en los tratamientos guarda un dramatismo tal que no caben las falsas esperanzas.
Ojalá podamos repensarlo"