Aberturas Aluminar

Con notable respuesta de público, en el contexto de las restricciones sanitarias, tuvo lugar este fin de semana una nueva edición de “Teatro de una Noche de Venado” propuesta por el Gobierno Municipal. El tradicional ciclo que venía programándose con ciertas intermitencias y que se reeditó en 2020 pese a las limitaciones que la pandemia trajo para la actividad teatral.
Durante tres jornadas, el público pudo disfrutar gratuitamente de variadas obras en las salas del Galpón del Arte y Teatro Malandra: de Santa Isabel llegó “Historia del Pedro, el Luis y la Isolina”; elencos rosarinos presentaron “Los Tesoros Inexplicables” y “El Atolondrado”; y Venado Tuerto, por su parte, ofreció “Los Papeles del Infierno” (grupo Teatro Libre) y “Una Música Especial” (Doris de Lellis).
“Teníamos algunas dudas respecto a la organización pero pudimos completar la grilla de tres días, sumando este año las capacitaciones, decisión que desde ahora marcará un rumbo en nuestro trabajo”, enfatizó a modo de balance Miriam Carabajal, secretaria de Territorialidad y Desarrollo Cultural.

Ciclo de capacitaciones
En efecto, la titiritera mendocina Rosana López y el iluminador rosarino Diego Quilici brindaron sendos talleres para entre 10 y 12 de participantes, de acuerdo al cupo ocupacional permitido. Ambos aunaron sus conocimientos el último día con una puesta de marionetas iluminadas, convocando a familiares y amigos en una original propuesta.
El suceso de ambos talleres habilita pensar un ciclo anual de capacitaciones, una iniciativa de la Secretaría que ya baraja opciones como diseño de vestuario o temáticas de utilidad para las industrias creativas, fuentes de trabajo que requieren de profesionalización constante y respaldo a la labor artística.
La contracara del festival fue la suspensión por mal tiempo del desfile de apertura, pensado en plaza Italia para el primer día, que iba a recrear la comedia shakesperiana “Sueño de una Noche de Verano” y su personaje Puck, un duende que derramaría su magia en esta fiesta del teatro.
Carabajal confió que “cada obra tuvo buen acompañamiento de público. Los elencos provenientes de otras localidades mostraron su conformidad por el trato y reconocieron el ambiente de camaradería. Este ciclo es también un espacio para que los elencos teatrales interactúen, algo que siempre necesitamos para escalar el festival como un evento valioso, posicionándonos de un modo optimista para lo que viene”.

Salas emblemáticas
El balance del ciclo deja otros elementos positivos: el reestreno de la sala de Teatro Malandra en su nuevo ámbito de Juan B. Justo 157, con inauguración emblemática el Día Mundial del Teatro (27 de marzo) y la “generosidad” del Galpón del Arte como lugar de relocalización de obras programadas originalmente en otros espacios.
“El rescate de Teatro Malandra y la revalorización del Galpón del Arte, una sala de nivel y difícil de encontrar en el interior del país, son cosas que deben enorgullecernos”, completó Miriam.