Este domingo, alrededor de las 6.30, y antes de amanecer, efectivos de Seguridad Vial y de la Comisaría 2ª de Venado Tuerto, realizaban operativos de prevención activa en la Ruta Nacional 33. Allí detuvieron la marcha de un auto marca Chevrolet modelo Corsa gris, y al conductor le hicieron la prueba de alcoholemia, dio positivo, y cuando estaban labrando el acta de infracción con el consiguiente secuestro del vehículo, L. R. I. de 22 años, escapó a toda velocidad estrellándose contra una columna metálica de luz eléctrica pública y luego quedó tirado en una zanja en Lisandro de la Torre y Lusenhoff.
El test de alcoholemia que le hicieron al conductor le dio 2,48 g/l.
Los policías de Seguridad Vial como de la Comisaría 2ª de Venado Tuerto persiguieron al conductor del automóvil que huyó del control y en la certeza de su estado de embriaguez y lo hicieron con patrulleros identificables y con sirenas y balizas encendidas. Pero, por el estado de beodez en el que se encontraba el joven le jugó una mala pasada a los reflejos, estrelló primero su auto contra una columna metálica de alumbrado público, y luego terminó en una zanja semivolcado.
El joven fue rescatado por los policías en estado de inconsciencia, y luego lo revisó un médico que lo trasladó en una ambulancia del Sies 107 hasta el hospital de Venado Tuerto, donde quedó internado en observación.
Informaron la novedad sobre la ocurrencia del procedimiento, la fuga y el posterior estrellamiento del conductor embriagado a las jefaturas de la Policía de Seguridad Vial y de la Unidad Regional VIII departamento General López, ambas de la Policía de Santa Fe, y estos hicieron lo propio con el fiscal Luis Schiappa Pietra, que ordenó al realización de los peritajes criminalísticos de rigor, la evaluación sobre el daño a la columna metálica de alumbrado público, como el estado del joven de 22 años, internado, para resolver su situación procesal en consecuencia.