El crimen ocurrió en la ciudad de La Rioja en 2015. Qué reveló la autopsia
Javier Leonardo Robles (45) fue condenado ayer por un tribunal de la provincia de La Rioja a prisión perpetua tras ser hallado culpable de un delito aberrante que cometió hace siete años: violó y mató a su hija de apenas cinco meses de edad, mientras estaba al cuidado de ella en su casa de la capital provincial.
Según se pudo establecer en la investigación, el salvaje crimen ocurrió el 9 de septiembre del 2015, en horas de la mañana, después de que la madre de la beba saliera de la vivienda para hacer unos trámites que tenía pendientes y dejara a sus seis hijos, todos menores de edad, con el padre. Fue en ese momento que el hombre aprovechó para abusar de la víctima dentro de la habitación matrimonial sin que el resto de los chicos se percatara de lo que pasaba.
Cuando la madre de la niña regresó, se encontró con una escena de horror. La beba estaba fría, sin reacción y con sus labios y uñas moradas. Sin esperar mucho tiempo, la llevó junto a Robles hasta el Hospital de la Madre y el Niño de La Rioja, donde le realizaron prácticas de reanimación al observar que presentaba claros signos de que sufría una broncoaspiración. Sin embargo, los médicos no pudieron revertir la situación y la menor de cinco meses finalmente murió.
Para esclarecer el motivo de la muerte, ya que después de una primera observación descubrieron que tenía signos de abuso, en el hospital le realizaron un examen de autopsia. El informe del médico forense reveló detalles estremecedores y confirmó las sospechas: la nena fue violada.
De acuerdo con los resultados de la autopsia divulgados durante el juicio oral, la víctima murió entre tres y cuatro horas previas a ser llevada al hospital. Además, presentó un desgarro y una fisura con sangre, que le provocó la muerte por un paro cardiorrespiratorio irreversible. Los ojos judiciales se posaron inmediatamente en el entorno familiar.
Tras conocerse el informe de los médicos, Robles y la madre fueron detenidos. En su declaración, tal como indicaron en aquel momento los medios locales, la mujer dijo que había notado días atrás un cambio en el comportamiento de su hija. Aseguró que al momento de levantarla en brazos y apenas rozarla en la zona de los glúteos, la menor comenzaba llorar y se ponía muy molesta. Pero jamás imaginó la historia oscura que se escondía detrás.
A partir de ahí, fueron claves los testimonios de familiares, quienes apuntaron sin dudas al padre de la menor como el autor del abuso sexual. En sus declaraciones, sostuvieron que el hombre realizaba actos con connotación sexual hacia su hija. Dijeron que le practicaba tocamientos obscenos en el cuerpo y que eso habría derivado en el abuso con acceso carnal.
Al poco tiempo, la mamá fue liberada. Robles permaneció preso preventivamente pero con arresto domiciliario.
El proceso judicial avanzó lentamente hasta que en octubre de 2019, en base a todas las pruebas recogidas, la jueza Cristina Romero, del Juzgado de Instrucción en lo Criminal y Correccional Nº 1, resolvió elevar la causa juicio oral. Asimismo, la magistrada ordenó trabar un embargo de los bienes del procesado para pagar el costo del proceso judicial y regular los honorarios de sus defensores públicos. Además mantuvo el beneficio de que se mantuviera preso en un domicilio particular.
Finalmente el debate se llevó adelante durante las últimas semanas y el acusado fue condenado a la máxima pena. El Ministerio Público Fiscal, representado por los fiscales de cámara José Oliveros Icazatti y Diego Rafael López, junto a la ayudante fiscal Analuz Zalazar, solicitaron la prisión perpetua para Robles. “Teniendo en cuenta la gravedad del delito, la Fiscalía pidió la pena máxima para el progenitor de la víctima, porque a lo largo del juicio se pudo constatar su culpabilidad a través de diferentes informes y testimonios, tanto médicos como policiales”, indicaron los funcionarios durante el juicio.
La decisión entonces quedó en manos del Tribunal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional de la Primera Circunscripción Judicial provincial, integrado por las juezas Sara Alicia López Douglas, Edith Elizabeth Agüero y el juez Jorge Chamía, quienes resolvieron dictar la prisión perpetua por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la muerte de la víctima y condenarlo a la “privación de la patria potestad, de la administración de los bienes y el derecho a disponer de ellos”.
Tal como informó el Poder Judicial en su página oficial, los jueces declararon que el caso se enmarca como “violencia en contra de la mujer”, de acuerdo a la Convención Interamericana Para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Convención De Belém Do Pará). Además, se basaron para su decisión -entre varias cosas- en la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres, ratificada por el Estado Argentino, y en la Ley de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
El Tribunal indicó también que durante el tiempo que permanezca preso, Robles “sea sometido a un tratamiento psicológico continuo y permanente, que le permita rehabilitarse y reintegrarse a la sociedad como útil integrante para poder continuar su vida”. La jueza de Ejecución Penal será la encargada de controlar el progreso del abusador en la cárcel.