El ex intendente de Dean Funes, German Facchín, fue condenado a 4 años de prisión. La Justicia dictó la sentencia tras considerarlo "instigador" de una matanza de al menos 211 animales. La noche del 27 de abril de 2013, aprovechando una pelea de boxeo con picos de rating, el entonces intendente de Dean Funes mandó a repartir carne con veneno.
Un ex intendente cordobés fue condenado a la pena de cuatro años de prisión por envenenar y matar a 211 perros en la ciudad de Deán Funes. Se trata de Germán Darío Facchín, quien continuará en libertad hasta que la condena quede firme.
El fallo fue dictado por unanimidad por la Cámara 8a del Crimen de Córdoba en el juicio al que Facchín llegó acusado por ser considerado instigador del envenenamiento y la muerte de 211 perros ocurrido en abril de 2013.
“Es el primer antecedente en la justicia del país con una condena penal, matanzas de animales se conocen en distintos lugares, es común escuchar habar de episodios así, pero no en esta gran cantidad, un biocidio”, dijo el abogado querellante Pedro Despouy.
También fueron condenados a tres años de prisión en suspenso los cinco empleados municipales Diego Oscar Allendes, Juan Santos Márquez, Darío Mercedes Palomeque, Pablo Daniel Palomeque y Roque Enrique Quinteros Nievas, todos coautores de los mismos delitos.
Este juicio fue el segundo que se le realizó a Facchín, luego de que haya sido absuelto en 2015 ante la falta de pruebas. Pero luego, tras ser absuelto, el Superior Tribunal dispuso que fuera nuevamente juzgado.
Los hechos ocurrieron entre el 27 y el 28 de abril de 2013 cuando el ahora ex intendente ordenó a un grupo de empleados municipales envenenar a los canes, entre otros animales.
“Había una pelea muy conocida entre Murray y Martínez, la gente muy distraída viendo ese encuentro deportivo, y ahí dos vehículos de la municipalidad se usaron por inspectores para comenzaron un recorrido diseminando cebos (carne) con veneno”, especificó el letrado.
Durante el juicio se pudo probar que Facchín fue el autor intelectual de la matanza de los animales, para la que se usaron cebos preparados con Metomil, un agroquímico de elevada toxicidad.
Despouy precisó que el veneno utilizado “produce muerte inmediata” y que al ser “tan tóxica y volátil” que “empezaron a verse perros, gatos, gallinas, pájaros, había animales que caían de arriba de los arboles cuando la gente caminaba”
“Contaminó el ambiente y debió declararse la emergencia sanitaria por la propia municipalidad que organizó la matanza. El que lo planificó fue el por entonces secretario de Gobierno, que estaba a cargo del Ejecutivo porque el titular estaba de viaje, al año siguiente igual resultó electo, pero al momento de la matanza era funcionario”, aclaró.