Sucedió en el hospital Pasteur de Villa María. Natalia Resser (30) fue a dar a luz a su segundo hijo y ambos fallecieron. Tras una denuncia pública “por negligencia y mala praxis” de parte de una familiar, la Justicia dio inicio a una investigación de oficio
La muerte de una embarazada de 30 años y su bebé en el parto en el hospital Pasteur de la localidad cordobesa de Villa María se conoció tras una denuncia pública “por negligencia y mala praxis” de parte de una familiar de la víctima. Este lunes, la Justicia dio inicio a una investigación de oficio, según confirmaron fuentes del Ministerio Público Fiscal provincial.
En las últimas horas, la Fiscalía de Tercer Turno de Villa María, a cargo de René Bosio, ordenó el allanamiento en el hospital y la exhumación de los cuerpos de Natalia Resser y su beba, Izad, para su posterior traslado al Instituto de Medicina Forense de la ciudad de Córdoba, donde se llevarán a cabo las autopsias para determinar las causas de los decesos. Paralelamente, se tomaron numerosas declaraciones testimoniales.
El trágico hecho se remonta al pasado domingo 16 de abril a las 6, cuando Natalia llegó al hospital. Iba acompañada de su madre y ya tenía sus primeras contracciones. De acuerdo con el testimonio de la mujer, en el Pasteur estaban de paro y no querían recibirlas, por lo que un policía tuvo que “patear la puerta” para que les abrieran. ”En ese tiempo que esperó, sufriendo como un perro, al bebé dejó de latirle su corazoncito y mi hija hizo un pico de presión”, contó la madre de la víctima.
Según la denuncia de la mujer, a Natalia la tuvieron esperando más de una hora y media, y cuando la atendieron, cerca de las 8, lo primero que le hicieron fue un ultrasonido. En ese momento, siempre según su relato, los médicos del hospital confirmaron la muerte del bebé y ordenaron una cesárea de urgencia. Más tarde, luego de un cuadro de hipotermia, le practicaron una segunda intervención para extraerle el útero.
Pero Natalia no resistió, sufrió un paro cardíaco y murió durante la madrugada del lunes 17.
El director del hospital Pasteur de Villa María, Sergio Arroyo, explicó que en cuanto la Dirección de la Institución Médica tomó conocimiento del caso, se abrió una investigación interna, ese mismo lunes, de manera inmediata.
“Todos queremos lo mismo: que esto se esclarezca cuanto antes. Estamos a disposición tanto de la Justicia como de la familia para que se sepa de manera pormenorizada cómo se dieron los hechos”, dijo a este medio y negó, como trascendió, que el domingo haya habido un paro o medida de fuerza programada por parte del personal.
Según Arroyo, el hospital cuenta con un “Comité de Seguridad de Pacientes” que también está investigando el hecho. Asimismo, refirió que la historia clínica de Natalia Resser está en manos de la fiscalía y le puso nombre a lo que podría haber desatado esta tragedia. “Hay eventos que tienen que ver con enfermedades que son exclusivas del embarazo. Por ejemplo, un accidente de Baudelocque (NdR: cuando la placenta se desprende de la pared interna del útero antes del parto), que sería lo que desencadenó a esta situación”, sostuvo.

Quién era Natalia
Graduada de ingeniera agrónoma, Natalia Resser se desempeñaba como maestra jardinera en el Centro de Promoción Familiar (CPF) “María Elena Walsh” de Villa María. Mamá de un nene de 3 años, según su familia, la cordobesa de 30 años esperaba con ansias a su segundo hijo. “La felicidad que tenía por tener todo preparado, todo listo y en un segundo le cambió el destino por inoperancia médica, mala praxis y abandono de persona”, escribió su tía, Mónica Mammana, en una carta que publicó el portal Villa María Ya.
En el texto, la mujer describió a su sobrina como “una niña/mujer llena de vida que andaba siempre con una sonrisa” y que estaba dedicada a “sus estudios, su familia, su hijito de tres años y su bebé por nacer”.
“Recién daba sus primeros pasos con su nueva familia y no llegó. Ella adoraba a su mamá y a sus hermanos: era muy unida con todos. Gente inexperta, maltratadora y abusiva, delincuentes con batas, le cortaron su historia de vida, la humillaron, la subestimaron, la maltrataron de tal manera que aún siento su dolor”, lamentó la mujer.
Y concluyó: “Que tu vuelo sea eterno. Dános las fuerzas, que con tanto dolor perdimos. Dános paz y palabras de sabiduría para que se haga Justicia. Dános vida a toda tu familia para que guiados por Dios podamos ver y acompañar al niño que dejaste en el camino. Perdón por no estar para defenderte de los que te hicieron mal. No descansaré hasta que mire al cielo y vuelva a verte con esa hermosa sonrisa y diciendo: ‘Ya puedo descansar en paz. Se hizo Justicia por mí y por mi hijo’”.