El candidato de la Libertad Avanza superó a Sergio Massa en el balotaje. Fue determinante el respaldo que recibió en el interior del país, especialmente en Córdoba y Mendoza. Se inicia una transición política y económica en medio de un contexto delicado.
Javier Milei será el próximo presidente de la Argentina. Este domingo superó ampliamente a Sergio Massa en el balotaje. Los datos oficiales confirmaron las versiones que circularon desde temprano en el búnker del candidato de la Libertad Avanza. Con una muy buena performance electoral en el interior del país -especialmente en las provincias de Mendoza y Córdoba-, el economista ganó la votación mucho más holgadamente de lo que habían presagiado las encuestas los días previos.
La provincia de Buenos Aires no le dio a Massa la ventaja que esperaba para apuntalar su performance nacional. En ese distrito, la Libertad Avanza barrió con las especulaciones de fraude e irregularidades al diseñar un operativo de fiscalización que funcionó a la perfección. En ese esquema fue determinante Mauricio Macri, que se encargó personalmente de trabajar en el tema para asegurar la victoria de su aliado.
Macri fue uno de los grandes ganadores de este domingo. El domingo 22 de octubre, luego de terminar segundo en las elecciones generales, el rumbo de Milei era incierto y arreciaban versiones de todo tipo. El ex Presidente lo convocó a su casa y en 24 horas forjó una alianza vencedora. El Pacto de Acassuso dio un resultado excelente. Los términos del acuerdo terminarán de conocerse seguramente en los próximos días, cuando el libertario empiece a perfeccionar su equipo de gobierno.
Hubo otras provincias en donde Unión por la Patria esperaba otros números y terminaron inclinándose a favor del “león”. Milei ganó la elección presidencial en Tucumán, Neuquén, Chubut, Salta, Santa Fe y Corrientes.
Milei se transformará el 10 de diciembre en el décimo Presidente democrático. Esta misma noche se inició una transición política y económica entre dos fuerzas rivales repleta de desafíos en un contexto sensible. Una de las principales incógnitas es qué hará Massa con su rol de ministro de Economía a partir del martes (mañana es feriado): ¿se quedará a ordenar el traspaso del poder o le cederá esa responsabilidad institucional a Alberto Fernández? La respuesta probablemente dependerá de cuáles son sus mejores opciones para reciclarse en el tablero político a partir del recambio de autoridades.
El nuevo Presidente recibirá un país en emergencia con indicadores angustiantes: inflación anual de 142,7%, pobreza por encima del 40%, un producto bruto interno 2,2% menor al de 2019, reservas del Banco Central negativas y balanza comercial deficitaria. En los últimos cuatro años, la cotización del dólar oficial pasó de $60 a 369,50. Y la cotización libre cerró el viernes a $950 en un mercado prácticamente sin operaciones por los controles impulsados desde el gobierno. La brecha entre ambas puntas supera el 150 por ciento.
Gobernará además con un Congreso atomizado en donde sus bloques estarán obligados a buscar consensos. Sus 38 diputados y 7 senadores son escasos para la cantidad y la magnitud de las reformas prometidas durante la campaña. El desafío pondrá a prueba el alcance del acuerdo forjado con el PRO y terminará de moldear el final de Juntos por el Cambio como la coalición que fue desde su nacimiento, en 2015, hasta hoy.
La historia demostró en distintas oportunidades que los candidatos plantean en campaña propuestas de imposible cumplimiento. ¿Qué sucederá esta vez? Milei izó como bandera su plan dolarizador. El proyecto enfrenta varios escollos. Uno es de aritmética básica: ¿de dónde salen las divisas? Otros son más complejos. Por ejemplo: ¿qué opina el país emisor de los dólares de la idea? ¿O qué hará la Corte Suprema argentina cuyo presidente ya expresó reparos públicamente? No es la única reforma que enfrenta tantos cuestionamientos.