La historia es un espanto. No solo por la gravedad del delito sino porque además el autor confeso repitió un patrón. Se trata de un hombre de la provincia de Neuquén que, para evitar ir a un juicio por jurados, admitió haber violado y embarazado a una de sus hijas mientras estaba en libertad condicional por haber abusado de otra.
El primer abuso lo cometió en 2012 y la víctima en ese caso fue su hija de 16. La drogó y cuando estuvo indefensa, la violó. Ese hecho le valió una condena de 8 años de prisión que se cumplen en 2020. Sin embargo, su "buena conducta" dentro de la cárcel y el cumplimiento de los dos tercios de la pena, permitieron que saliera en libertad condicional a mediados del año pasado. Solo un par de meses le llevó reincidir.
A finales de 2017, se aprovechó de su otra hija, una adolescente de 17 años que hasta que salió del penal no lo conocía. Por una cuestión de identidad, la chica fue quien se acercó a él, reveló LMNeuquén. Fue la excusa para que el abusador, una vez que ganó su confianza, le pusiera un somnífero en la bebida durante una cena y todo volviera a repetirse.
La violó cuando la joven empezó a debilitarse solo que esta vez, producto del abuso, ella quedó embarazada. A principios de este año sufrió un aborto espontáneo y esto la impulsó, con el apoyo de su mamá, a revelar lo que había sufrido y denunciar a su padre.
El hombre quedó detenido con prisión preventiva acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo. El martes en una audiencia de control admitió responsabilidad para evitar ir a juicio, por lo que podría recibir una pena de alrededor de 15 años.