Se trata del primer penal para narcos y sicarios. Estará ubicada detrás del predio existente de la unidad actual (UP11), en Piñero. Los detalles.
La provincia de Santa Fe comenzó a construir una nueva cárcel en la parte posterior del predio de la Unidad Penal 11, que está en la localidad de Piñero. La bautizaron “El Infierno”. Su nombre ya lo dice todo. Tendrá lugar para 1152 reclusos, pero no de cualquier tipo, sino aquellos que son considerados los más peligrosos de la provincia.
“El Infierno” será el primer penal para narcos y sicarios, los considerados presos de alto perfil. Con una inversión de más de $109.000 millones, el Gobierno de la Provincia de Santa Fe comenzó este miércoles su construcción.
El Centro de Reclusión para Internos de Alto Perfil (Ceriap), “El Infierno”, su nombre completo, está emplazado en la Ruta Nacional AO 12 y la Ruta Nacional 14.
La cárcel para los más peligrosos se construye en el predio de la actual UP11, aunque el Gobierno provincial expropió 80 hectáreas para desarrollar allí tres penales: “El Infierno” y dos más para reclusos de bajo perfil que están próximos a licitarse.
“El año que viene este lugar va a estar terminado y en pleno funcionamiento”, afirmó el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni.
Cómo será
“El Infierno” estará compuesto por cuatro mini penales y un edificio de “gobierno general” por donde se realizará el ingreso: se utilizarán tres tipos diferentes de escáneres. Tendrá un doble muro perimetral de 1.800 metros de largo por 10 metros de alto, con circulación vehicular por debajo y circulación peatonal por arriba.
Además, desde Santa Fe destacaron que cada 70 metros tendrá un torreón de vigilancia. En el fondo del penal habrá una torre de 36 metros de alto para tener una vista de 360 grados del lugar.
Cada uno de los cuatro mini penales tiene seis pabellones de dos pisos, con dos alas. En cada ala habrá 12 celdas individuales de hormigón premoldeado que se construirán en dos plantas. En total habrá 288 celdas por mini penal y 1.152 plazas en todo el complejo.
Cada mini penal tendrá su patio de uso individual restringido. También contará con boxes individuales para comunicarse por medio de un Blindex y para no tener contacto físico. “Tendrá sistema de salud a través de atención intramuros para minimizar el traslado, una sala de conferencias y un helipuerto”, describieron.
En cuanto a tecnología, estará equipada con armamento especializado para impedimento de fugas con asistencia exterior, sistema de cámaras de vigilancia, sistemas tecnológicos de apoyo para investigaciones y sistema de inhibición de señal.
En palabras
Cococcioni afirmó que en “El Infierno” va a “contener y aislar a más de 1.000 presos de alto perfil para que no vuelvan a causar daño a la sociedad”.
“Luego de cuatro años de paralización de la obra pública en seguridad penitenciaria, hemos recibido un servicio penitenciario muy alicaído. Iniciamos la gestión con un poco más de 6.000 plazas carcelarias y vamos a terminarla con más de 16.000. Esto nos va a permitir que no quede un solo preso en comisarías”, sostuvo Cococcioni.
En tanto, la secretaria de Asuntos Penales, Lucía Masneri, explicó: “Esta cárcel nos va a permitir categorizar a los internos en pequeños grupos de 12, evaluando la afectación que pueden hacer en el exterior, la seguridad que cada uno requiera y los géneros”.
Así se confirmó que allí se podrán alojar tanto hombres como mujeres. La funcionaria lo justificó con “la distribución tan específica” que tiene “Infierno”.
Por último, el secretario de la Unidad Ejecutora de Infraestructura en materia de Seguridad Pública y Penitenciaria, Diego Leone, precisó que este predio “tiene 30 hectáreas, y la cárcel mide 500 metros por 500 metros”. Y estimó: “Es una obra que tiene 18 meses de plazo, y se estará terminando en septiembre de 2026”.