Un productor del norte santafesino denunció el faltante de los animales. Ya hubo allanamientos y se secuestró una importante cantidad de hacienda en un campo cercano al de la víctima
La inseguridad rural sigue provocando preocupación entre los productores agropecuarios de todo el país. A los casos de rotura de silobolsas que se registraron en los últimos dos meses, especialmente en la provincia de Buenos Aires, se suma ahora el robo de hacienda en la provincia de Santa Fe.
Según informaron diferentes medios del distrito de Reconquista, en el norte santafesino, la Justicia investiga uno de los robos más importante de los últimos años. La víctima del ilícito: Domingo Iannozzi, uno de los mayores productores ganaderos del país, que tendría en su campo cerca de 25.000 cabezas en total, denunció el faltante de casi 2.000 animales de su campo “Las Gamitas”.
El pasado viernes realizó la denuncia policial correspondiente en el Centro Territorial de Denuncias de Reconquista. Ahora el caso es investigado por el Fiscal Nicolás Maglier, con el acompañamiento de su jefe, el fiscal regional Rubén Martínez.
En los últimos días se realizaron allanamientos, por orden del juez penal Gonzalo Basualdo, en los establecimientos rurales “La Nochera”, propiedad del abogado Hernán Agú, y “El Lío”. Las tareas fueron realizadas por el personal de la Guardia Rural “Los Pumas”.
El informe que presentó el Gobierno de Santa Fe sobre los diferentes allanamientos, señala que se secuestraron 57 animales vacunos en el campo “La Nochera” y 81 en el campo “El Lío”. Además, se advirtió que había animales que “presentaban irregularidades en sus diseños de marcas y/o señales. Todos los animales secuestrados fueron trasladados al establecimiento Las Gamitas, en depósito judicial”.
De acuerdo a lo que señalaron los medios de Reconquista, algunas de las marcas que tenían los animales eran muy burdas, muy evidentes e imposibles de ocultar. Sin tocar marcas del campo de Iannozzi o encima, le colocaron la marca de ellos, sin registrar operaciones de compra. Por otro lado, señalaron que por la magnitud del robo y el paso del tiempo, se presume que casi toda la hacienda faltante ya fue faenada, pero esperan recuperar la mayor cantidad de hacienda posible.
“Tengo toda una vida de andar por derecha y respetando la ley, he estado al lado de caer en la tentación de usar de privilegios o algún beneficio económico o lo que sea y jamás he caído en eso, ¿y voy a caer a los 66 años, Algún error puede haber, no lo descarto”, dijo Hernán Agú al portal Reconquista Hoy, uno de los dueños de los campos allanados por la Justicia y el personal policial.
En la entrevista con el medio del norte de Santa Fe, Hernán Agú negó la comisión de un delito y que se haya marcado de manera indebida animales de otra persona con su propia marca.

Inseguridad rural que no se detiene
En los inicios del presente año se registraron varios casos de rotura de silobolsas en distritos de la provincia de Buenos Aires. Uno de los últimos hechos denunciados fue a principio de este mes en Tandil.
Según comentó a este medio el presidente de la Sociedad Rural de la mencionada ciudad bonaerense, Matías Meli, en una semana hubo casi 8 silobolsas rotos, que contenían soja, maíz y en cuatro de ellos se almacenaba alpiste. Los hechos tuvieron lugar en establecimientos rurales y en plantas de acopios privados. En todos hubo solamente rotura y no se registró el robo del grano almacenado. “Fueron directamente al lugar para hacer daño”, comentó Meli.
Además, hubo ataques a camiones de cereales que estaban cargados y estacionados en plantas de silos, que no se podían movilizar por el paro de los transportistas autoconvocados que duró más de 20 días, a los cuales les abrieron las boquillas para que se derrame la carga.
En medio de la protesta de los transportistas autoconvocados, que afectó especialmente a la comercialización de granos en los puertos del sur de Buenos Aires, Carlos Sosa, presidente de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca, denunció la rotura de dos silobolsas que almacenaban aproximadamente unas 300 toneladas de trigo, en un campo que arrienda sobre la ruta 3, a unos 17 kilómetros de la ciudad bahiense.