“Una verdadera película de terror”, así calificaron desde el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, a la escena que se encontraron en un campo ubicado en Estación La Carolina, un paraje a unos 20 kilómetros de Rosario. En el lugar rescataron a una familia y otros dos trabajadores rurales que habían llegado engañados al lugar.
El miércoles 6 de abril se realizó una fiscalización de forma conjunta en un establecimiento de cría de animales en el sur de la provincia de Santa Fe, departamento Rosario, en la localidad de Piñero. De la misma participaron la Delegación Santa Fe Sur del RENATRE, la Agencia Territorial Rosario del Ministerio de Trabajo de la Nación, la UATRE y la Dirección Operativa del Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata y Explotación de Personas.
En dicha inspección se relevaron 3 trabajadores, de los cuales dos habían tomado conocimiento mediante aviso de ofertas laborales en las redes sociales, y tras comunicarse con el teléfono de contacto fueron trasladados por el titular del establecimiento con un transporte de su propiedad. Al llegar al destino, los trabajadores advirtieron que ninguna de las condiciones de empleo ofrecidas fue cumplidas.
Durante la fiscalización se confeccionaron actas de inspección de Indicios de Explotación Laboral de los organismos intervinientes, al corroborarse que los trabajadores estaban sin registrar y sin percibir remuneración alguna. Uno de los trabajadores que estaba allí desde hacía un mes, no tenía jornadas ni días de descanso y era sometido a diez horas de trabajo diarios. Trabajaban y vivían en condiciones de extrema precariedad y hacinamiento dentro de dos containers, casi sin alimentos y sin agua potable para el consumo y aseo personal. Carecían además de elementos de higiene y seguridad. También se encontraba en el establecimiento la familia de uno de los trabajadores, con tres niños muy pequeños viviendo en esas mismas condiciones y en un contexto de absoluta hostilidad, violencia y agresión de la patronal hacia los trabajadores, a quienes se amenazaba de forma constante para que no escapen del lugar.
Fue en esas circunstancias que el Delegado de la Dirección Operativa del Comité, realizó la llamada al 145. Inmediatamente intervino la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) que derivó la causa a la Fiscalía Federal N° 1 de Rosario. Éstos solicitaron y dispusieron de manera inmediata el allanamiento y rescate de los trabajadores y sus familias, y convocaron al Programa Nacional de Rescate y al Punto Focal de Santa Fe. El allanamiento se realizó el día miércoles 6 del corriente mes, donde se dispuso la detección de una personal titular del emprendimiento agrícola ganadero, además del rescate de las personas explotadas.


Christian Recchio, director de la región centro del Ministerio de Trabajo, comentó que decidieron realizar una inspección tras recibir una denuncia de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores.
“Nos encontramos con una pareja oriunda del norte provincial que tenía a tres chiquitos de entre cuatro y dos años y a otros dos trabajadores, uno de Corrientes y otro de la zona. “Llegaron engañados porque les habían ofrecido trabajo digno a través de redes sociales”, remarcó el funcionario.
Al arribar al lugar, los inspectores del Ministerio de Trabajo detectaron que los peones rurales estaban viviendo en condiciones inhumanas. “Estaban en un semirremolque que hacía las veces de casa donde no tenían baño y el agua que tenían para tomar era la misma que la de los animales en los tanques”, detalló Recchio.
Durante la intervención estatal se acercó al lugar el responsable de explotar el campo quien intentó justificar las condiciones en las que estaban viviendo los trabajadores rurales. “En un momento le reclamamos la falta de baño y la respuesta del encargado fue que él había traído los materiales para que se lo construyan los propios trabajadores «¿o pretenden que se los haga yo?”», nos preguntó”.
Con respecto al origen de la denuncia, Recchio explicó que fue hecha por uno de los trabajadores rurales que había sido echado por parte del arrendatario luego de exigir mejores condiciones para vivir junto con su familia. “Los animales que cuidaban eran más importante que ellos”, reconoció.
Por toda esta situación, se elevó una denuncia ante la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas que derivó la causa a la Fiscalía Federal N° 1 de Rosario. Inmediatamente la Justicia dispuso el rescate de los trabajadores y sus familias.
“El hombre de Corrientes se pegó la vuelta y la familia del norte provincial fue reubicada en otro empleo por la zona con un lugar en condiciones para poder vivir. Además, como lo habían echado por reclamar condiciones, el ex empleador aceptó pagarle una indemnización”,sostuvo.