Ahora el juez Sebastián Moro deberá determinar qué es lo que pasará con el acusado. Debido a que tiene 14 años, es inimputable. El caso, ocurrido a principios de julio, conmocionó a la ciudad cordobesa de Laboulaye.
Leandro (14), el mejor amigo de Joaquín Sperani (13), el adolescente que fue encontrado muerto en la ciudad cordobesa de Laboulaye, confesó el crimen, aseguró que utilizó un fierro para matarlo y dijo que “estaba muy enojado” con él, como forma de justificar su accionar. Ahora, la Justicia debería determinar cómo sigue su situación.
En la declaración ante el juez de Control, Niñez, Adolescencia, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género y Faltas en la ciudad de Laboulaye, Sebastián Moro, el acusado “ha reconocido que es el autor del crimen”, dijo a Télam un vocero con acceso a la causa.
A su vez, el informante añadió que el chico “hizo un relato en donde admite que participó solo, que no hubo otros participantes, que todo sucedió a partir de una fuerte discusión, que tomó un fierro y le pegó en la cabeza”.
La narración que hace de los hechos “condice con lo que se ha podido reconstruir a través de las imágenes tres cámaras de seguridad, en donde claramente se los ve ingresar a los dos (a un baldío)”, del cual el acusado se retiró solo. Además, en otro tramo de su declaración, el amigo de Joaquín dijo que “no tuvo intención de matarlo”.
En este sentido, contó que en base al resultado preliminar de los estudios psicológicos a los que fue sometido, “el chico tiene discernimiento, comprendió lo que hizo, pero quizás aún no ha dimensionado las consecuencias sobre los daños que ha ocasionado”.
El adolescente será sometido a nuevos estudios para que luego la Justicia decida cómo va a continuar su situación. Hay chances de que vuelva a la tutela de sus padres, aunque primero se tendrán que establecer los resultados de los informes que aseguren “el resguardo de su integridad y la de terceros”.
La palabra de la mamá de Joaquín tras la declaración del acusado
“Siempre dijo eso, de que habían tenido una discusión y que por eso lo hizo. En un momento negaba que había llevado el caño”, le dijo Mariela Flores, la mamá de la víctima, a TN.
En este sentido, remarcó: “¿Cómo le podés creer a una mente retorcida como esa? ¿De qué discusión habla si mi hijo se iba riéndo con él?”.
“Es un loco que no se le mueve un pelo, es una basura humana que no puede estar libre”, agregó. Hasta el día de hoy, el acusado sigue alojado en el Complejo Esperanza.
Así fue el crimen de Joaquín Sperani
El adolescente comenzó a ser buscado desde la tarde del jueves 29 de junio, cuando llamativamente no asistió al colegio. La última vez que lo vieron fue ese día, alrededor de las 15, y tenía el uniforme puesto.
La preceptora de su curso confirmó que no se encontraba en el aula cuando tomó asistencia y algo que sumó más confusión fue que su bicicleta estaba en el patio de la escuela.
Las horas pasaban y Joaquín seguía sin aparecer, al mismo tiempo que tampoco se comunicaba con su madre. En medio de la desesperación, la mujer realizó una denuncia cuando ya era la noche del jueves.
El sábado 1º de julio, familiares y amigos del adolescente convocaron a una marcha y los asistentes caminaron por las distintas calles de la ciudad. Jamás imaginaron el desenlace que iba a tener esta historia poco tiempo después, cuando lo encontraron muerto en una casa abandonada.