Vecinos de Laboulaye ya salieron 57 veces a concientizar y llamar la atención a las autoridades. Quieren que les den una solución que termine con los siniestros viales. Las promesas de campaña no se cumplieron y las víctimas se suman.
Todo empezó en el 2015, cuando dos jugadoras de hockey de la primera división del Club Ranqueles, de Laboulaye, Córdoba y su entrenador murieron en un choque frontal con un camión en la ruta 7. Un año antes, diez personas de la comunidad habían muerto en dos semanas en tres siniestros viales.
Fue entonces que una entusiasta profesora de economía, Judit Trosman, decidió empezar a reunir firmas para llamar la atención de gobernantes y legisladores. El anuncio de un plan vial poco después de la asunción de Mauricio Macri los dejó afuera, y las muertes en la ruta 7 se fueron sumando. Entonces, con un grupo de alumnos y vecinos empezó a salir a la ruta y distribuir volantes para concientizar y solicitar apoyo. Ya lo han hecho 57 veces, pero no consiguen que se proyecten ni ejecuten las obras de una autovía, necesarias para salvar vidas.
En Carmen de Areco, provincia de Buenos Aires, sobre la misma ruta murieron 17 personas en dos choques con muy pocos días de diferencia en dos choques. Cuatro de los fallecidos eran menores de edad. El 2 de mayo, un hombre de 60 años vecino de Laboulaye perdió la vida en otro siniestro, y una pareja terminó internada.
Judit está indignada y desanimada porque ni siquiera el apoyo de algunos diputados y senadores sensibilizados logró que los escucharan. Los vecinos que la acompañan en la protesta idearon formas de llamar la atención por lo que consideran una flagrante violación de su derecho a la seguridad y la vida. El 24 de marzo pasado, cuando salieron a la ruta, bailaron y cantaron una chacarera con un grupo folclórico y preparan un video.
"Fuimos testigos de cambio de gobierno, discursos, mentiras, anuncios engañosos, renovación de bancas en el Congreso... Vimos también funcionarios públicos 'acompañándonos' en la ruta (están en algunas fotos) -dice- Pero no nos dan ninguna solución".
El colmo de las paradojas, es lo que pasa con los automovilistas: "Siguen pagando peaje aunque la ruta está cortada por las inundaciones a la altura de la Laguna La Picasa, en Santa Fe", denuncia la docente
Según Judit las empresas concesionarias recaudan fortunas sin hacer ningún tipo de obras ni brindar seguridad. "No existen controles de ningún tipo y tampoco hay asistencia en ruta", asegura.
La ruta 7, que une el Atlántico con el Pacífico, cruza cinco provincias argentinas y permite el intercambio comercial y turístico con cuatro países: Paraguay, Brasil Uruguay y Chile. Solamente se ha construido autopista en San Luis y Mendoza y en el tramo que une Buenos Aires y Luján. Pero en el área en la que se desarrollan las actividades ganaderas e industriales más importantes del país, la ruta 7 todavía es sumamente peligrosa.
Sobre todo en época de turismo, el tránsito de camiones a la par de autos y motos es constante En invierno hacia Mendoza, en verano hacia la costa Atlántica y todo el año hacia San Luis y Córdoba. En Santa Fe, además, la ruta 7 es parte del enlace vial del Mercosur.
Para apoyar a Judit
https://www.change.org/p/mindetransporte-javierjiguacel-basta-de-muertes-autov%C3%ADa-ya-en-en-la-rn7
Por Miriam Lewin - TN