Seis silobolsas con 1300 toneladas de maíz aparecieron ayer cortados en un establecimiento rural ubicado a 4 kilómetros de María Teresa, un pueblo de 4000 habitantes del sur de la provincia de Santa Fe.
El hecho afectó a una empresa agrícola familiar que tiene menos de 200 hectáreas propias y alquilando suma un total de 1200 hectáreas. En medio de las restricciones para trasladar el cereal a los puertos rosarinos, ya que la comuna limitó los movimientos para cuidar a la población del coronavirus, y una estrategia propia de comercialización, habían decidido el almacenaje de la producción.
Los tres hermanos que integran la firma, de apellido Ansaloni, trabajan ellos mismos en los campos y, en rigor, en ese establecimiento dos de ellos habían estado manejando las cosechadoras y el restante operando la máquina para el embolsado. "No somos productores desde una oficina, nos hicimos muy de abajo", dijo Leandro, que habló con LA NACION sobre lo ocurrido.
Según contó Leandro, que vive en Santa Isabel, en un pueblo vecino, una persona que pasó por el lugar avisó apenas vio el grano desparramado. Enseguida, fue hasta el lugar con sus hermanos. Luego se sumaron dos empleados. El cereal se mojó porque durante la noche se registró una lluvia de 30 milímetros.
"Era toda la cosecha de ese campo. Lo que se afectó son 1300 toneladas. Cubrimos como con una sábana con silobolsas al cereal porque llovió", indicó.
Ansaloni no tiene una dimensión de la pérdida económica que esto pueda ocasionar, ya que en unos días, cuando mejore el tiempo y se pueda acceder al campo, podrá hacer la consiguiente recolección. "A lo mejor perdemos 1000 toneladas, 100 o nada, no lo sé", dijo.
El productor señaló que hizo la correspondiente denuncia policial, pero aclaró que no tiene sospechas sobre los posibles autores.
"Nunca nos pasó y no entendemos por qué. No tenemos sospechosos. No estamos en ningún partido, no tenemos una opinión política y no estamos en ninguna entidad [gremial]. Somos gente muy accesible, cualquiera nos llama", remarcó.
Ansaloni incluso indicó que entiende que el Municipio de María Teresa haya limitado, por la pandemia de coronavirus, los movimientos a los puertos más allá de los traslados internos. "Estamos de acuerdo que no haya cargas. Perfecto, el intendente [Gonzalo Goyechea] busca proteger a la población", indicó. En este contexto, dijo que estaban convencidos de que había que almacenar el grano. Tras el hecho, el productor le avisó al intendente de lo ocurrido.
"En los próximos días, cuando salga el sol y se acomoden los caminos vamos a empezar a cargar y llevar a un acopio de Santa Isabel (hace unas semanas Ansaloni hizo una donación de alimentos a este último pueblo). Seguro alguna pérdida vamos a tener", acotó el productor.
Más allá de que no tiene sospechosos, de lo que está preocupado Ansaloni es de la irrupción a una propiedad privada para hacer vandalismo. "Lo bravo es el daño a la propiedad privada. Cualquiera entra con un cuchillo filoso y te abre un silobolsa. No entendemos el motivo de alquien para hacer algo así. Nosotros no estamos en política ni nos interesa", remarcó.
Ansaloni destacó que, apenas se difundió el caso por la región, recibió muchas muestras de solidaridad y ofrecimiento de ayuda, desde para la carga del cereal hasta para el traslado.
"El encargado de la Uatre [el gremio de los trabajadores rurales] de Santa Isabel me ofreció gente para ayudar de manera gratuita", contó.


Por: Fernando Bertello - Diario La Nación