Las primeras informaciones del entorno allegado a la investigación por el asesinato de Julieta Delpino, en Berabevú, dan cuenta que la joven recibió un golpe con una botella seguido de cinco puñaladas para luego ocultar el cuerpo sin vida en una fosa realizada en el patio de la vivienda del confeso femicida, y arrojar cal sobre la misma. Si bien el cuerpo fue remitido al Instituto Médico Legal para su correspondiente autopsia, y los investigadores aguardan el informe forense para determinar cómo sucedieron los hechos; todo indicaría que fue violada y no descartan la participación de al menos dos personas más. La situación desató una gran conmoción en el pequeño puedo de apenas 2.000 habitantes ubicado 150 km al sur de Rosario, en la Provincia de Santa Fe.
Delpino, la noche del Viernes cuando regresaba de su trabajo a su casa, estaba a sólo 200 metros cuando fue interceptada por su ex, a bordo de un automóvil Volkswagen Gol Trend, color blanco, que retrocedió marcha atrás en la esquina del Club Deportivo Berabevú y quedó registrado en una cámara de seguridad, aunque no el instante en que abordó a la víctima. De la bicicleta en la cual se desplazaba la joven, aun no hay rastros.
Con ese dato de las cámaras de seguridad, los investigadores sabían que algo había ocurrido y podrían estar cerca. Así en la jornada del día Sábado, mientras comenzaban los rastrillajes en la zona en busca de Julieta, su asesino seguía su vida “normal” como si nada hubiera pasado; incluso se dirigió a trabajar de albañil en una obra en construcción junto al hermano de la víctima. Fue una mañana difícil para toda la familia, incertidumbre, dolor, y esa esperanza de encontrarla viva, de verla volver de la casa de alguna amiga… aunque las horas pasaban y todo iba transcurriendo hacia el peor final. El hermano de Julieta interrogaba ese sábado a la mañana a su ex cuñado, preguntándole por su hermana y este con total tranquilidad le decía: “no se nada man…” Y el cuerpo de la joven estaba enterrado en el patio de su vivienda y había sido cubierto con cal.
Con un allanamiento ordenado para el domicilio del ex novio de Julieta, la Agencia de Investigación Criminal junto a la Unidad Fiscal de Melincué articuló los tiempos para acelerar la investigación de tal manera que a menos de 24 horas habían dado con el asesino y el más horrible desenlace. Con perros adiestrados esperaron que el sujeto llegase a su domicilio y así los can se abalanzaron sobre el rodado, donde se encontraron prendas de vestir de la víctima. Luego en el interior de la vivienda, a la que ingresaron tras derribar la puerta ya que el investigado descendió del automóvil y se encerró en su casa, los perros marcaban metro a metro el paso de la víctima por ese lugar hasta finalizar en el patio.
En la mañana de este Domingo un equipo de Investigadores se hizo nuevamente presente con un grupo de perros adiestrados, en el lugar donde Julieta fue vista por última vez en el registro de la cámara de seguridad, a 200 metros de su casa.
La casa donde fue encontrado el cuerpo enterrado, se ubica a unas 9 cuadras del domicilio de la familia Delpino. Conmoción en todo el pueblo tras el crimen de Julieta de 19 años. La Comisaría de Berabevú, según personas allegadas a la causa, habría recibido en reiteradas oportunidades diferentes denuncias por amenazas y hostigamiento que lo señalaban al hoy confeso asesino, amenazas no sólo hacia Julieta, sino a varias jóvenes de la localidad… Sin embargo, otra vez más en donde la Justicia llegó tarde y el sistema deja en evidencias no estar preparado para cuando alguien siente miedo por su vida al recibir amenazas de muerte. El sistema pareciera no temerle a las amenazas y toda determinación que tome la Justicia frente a tales situaciones siempre dejan a la víctima desprotegida y expuesta, sin ajustarse la verdadera dimensión de los hechos. Y una vez más queda de manifiesto.


Fuente: Día 7