Los padres de la víctima contaron cómo reaccionó el único detenido por el crimen ante la desaparición de la joven.
A poco más de una semana del hallazgo del cuerpo de su hija, Adrián del Pino y Fabiana Morón encabezaron dos marchas en reclamo de justicia por el femicidio de Julieta. La pareja habló con Cámara del crimen (TN) y contó que el detenido por el femicidio se ofreció a buscarla y lanzó una perversa respuesta cuando le consultaron si sabía a dónde podría haber ido.
"Esta persona trabajó toda la mañana con el hermano de Julieta y cuando él le preguntó si sabía dónde estaba la hermana, si la había visto y Cristian le respondió: ‘No sé, andá a saber con quién se fue'", contó la mamá de la víctima. Y se lamentó, a punto de romper en lágrimas: "Él la tenía enterrada en el patio de la casa".
Julieta, de 19 años, desapareció el viernes 24 a la medianoche en Berabevú, Santa Fe. Aquella noche, cuando terminó de trabajar, le envió un mensaje a su mamá para avisarle que estaba yendo para su casa y pedirle si le podía calentar la cena. Pero nunca llegó. Dos días después, la policía encontró su cuerpo enterrado en el patio de la casa de Cristian Romero, el único detenido por el femicidio.
La autopsia indicó que fue golpeada y estrangulada, pero descartó que haya sido apuñalada -como se había informado en un principio- aunque no confirmó si fue violada.
El detenido es casado y su esposa está embarazada. La casa en la que se encontró el cuerpo de Julieta era la misma en la que vivía con su pareja.
Para la familia de Julieta, el detenido es culpable y quieren que se haga justicia. "Nosotros esperamos cadena perpetua, no tiene que salir más", aseguró Fabiana. La mamá de la víctima destacó el trabajo que están haciendo tanto los jueces como fiscales y la policía para intentar reunir más pruebas: todavía falta encontrar la bicicleta de su hija y algunas pertenencias. No se descarta que pueda haber algún otro involucrado en el crimen.
La Jueza Penal de Melincué Silvina Marinucci, dispuso la prisión preventiva para Romero, y la causa fue caratulada como "homicidio agravado por el vínculo, en contexto de violencia de género".
Para Fabiana, el asesino "se ensañó o se obsesionó" con su hija. Ella asegura que no desconfió jamás de él porque era compañero de trabajo de su hijo, ambos eran albañiles, y solía ir a su casa a tomar mate con ellos o a buscar algo para llevar a la obra.
"Nos conocemos todos y todos confiábamos en todo el mundo", contó Fabiana, quien remarcó que al día siguiente de la desaparición de su hija tenía a todo Berabevú buscándola con camionetas y drones. Hasta el propio asesino le dijo al hermano de la víctima que iba a pedir salir antes del trabajo para ayudarlo con la búsqueda.
El femicidio de Julieta: la perversa respuesta del asesino cuando le preguntaron si la había visto
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