Natan, un hombre oriundo de Buenos Aires, contó su grata experiencia cuando decidió vivir en el pueblo de Sancti Spiritu. Y si bien las situaciones de la vida lo hizo salir del pueblo prometió volver.
"Hace 24 años un porteño a quien la vida había cagado a palos decidió quedarse a vivir en un pequeño pueblo del sur santafesino. Ese tipo de 38 años no sabía que allí cumpliría los sueños postergados de su vida", comentó Natan y agrego: "En ese suelo sagrado escuchó la voz del señor en cada puesta de Sol".
"Allí jamás dejó recuerdos sino amigos y una familia postiza. Allí los nietos de mis amigas (hermanas también postizas) siempre preguntan cuando viene el tío Natan. Y ahora extraño horrores tus calles de tierra pueblo querido. Extraño la plaza y el aroma de las rosas, caminar hasta el cruce y ver nuevamente a Dios mi señor que me acaricia la cabeza", remarcó el vecino con total amor al pueblo.
"Por eso Sancti Spíritu es mi lugar en el mundo, y por los huesos de mis hermanos y amigos de piel que reposan en el camposanto JURO VOLVER APENAS TERMINE ESTA PANDEMIA", concluyó Natan.