El frigorífico santafesino Black Bamboo, cuya planta se encuentra ubicada en la localidad de Hughes, puso en marcha un plan para que sus empleados terminen la escuela secundaria. Según informaron las autoridades del lugar, de los 600 trabajadores del frigorífico, ya que poco más del 50% no terminaron el nivel medio de enseñanza. Se trata, en definitiva, de
realidad que golpea a varias empresas argentinas, que quedó en evidencia meses atrás cuando trascendió que una metalúrgica no consiguió trabajadores con estudios secundarios completos.
El frigorífico santafecino Black Bamboo puso en marcha un programa para que sus empleados puedan completar los estudios secundarios. En 2018, la compañía, de capitales chinos, ya había encarado una movida similar cuando inició una escuela de oficios para sus trabajadores con el fin de capacitarlos en actividades diversas tales como el desposte, faena y charqueo, entre otras.
Ahora, junto con autoridades provinciales, el plan es que, en las mismas instalaciones donde está el frigorífico y al término de su jornada laboral, con dos horas diarias tres veces por semana, los empleados pueden estudiar con el plus que ese tiempo la empresa les retribuye como si lo hubieran trabajado.
“Nos tomamos muy en serio eso de la responsabilidad social empresaria, que en muchos otros casos suele quedar en una frase vacía. Queremos que las personas que trabajan en la empresa tengan una mejor formación”, detalló Matías Ferrari, presidente de la compañía.
“De nuestros 600 empleados hay 380 que no terminaron el secundario y de esos ya hay 50 que se inscribieron en este programa mediante el cual recibirán el título de bachiller”, añadió.
Para los directivos de la compañía, es primordial invertir en la capacitación de su personal y de la población de influencia que tiene la firma. “Queremos tener empleados más capacitados, con aspiraciones, porque creemos que se progresa preparándose”, dijeron.
Por último, destacaron que esta iniciativa fue posible gracias a la buena recepción que encontraron en las autoridades educativas de la provincia, con las que vienen trabajando “en forma sistemática e intercambiando ideas y propuestas para mejorar el acceso a la educación de la población”.
Más de cinco años atrás, capitales chinos se instalaron en el viejo frigorífico de la ciudad santafecina de Hughes, de unos 6000 habitantes, bajo el nombre de Black Bamboo. Hoy tienen unos 600 empleados directos y más de 120 indirectos. Su faena no solo está dirigida a la exportación de carne vacuna hacia China sino también a Israel, además de algo de cuota Hilton y a Estados Unidos. Asimismo, procesan para el mercado interno.
Empleados del frigorífico de Hughes terminan el secundario en un aula en la empresa
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